Un aspecto extremadamente importante en el funcionamiento de un ascensor es la precisión con la que se alcanza un determinado piso y se mantiene durante el tránsito de pasajeros. La operación de nivelación debe ser directa, es decir, el ascensor debe detenerse en un piso dentro de las tolerancias especificadas (+- 7mm). Si está previsto un aumento elevado de la carga, el sistema invertirá el sentido de la marcha para retroceder y colocarse al nivel adecuado o bien se detendrá con un cierto margen y comenzará la nivelación con antelación.
Una vez que el ascensor se ha detenido y hay tránsito de pasajeros o de cargas, el nivel del ascensor debe mantenerse sin existir ningún movimiento perceptible, y que si existe debe ser siempre acercándose al piso, nunca alejándose. Deben tomarse las medidas oportunas en el sistema de control del movimiento para mantener el ascensor en el nivel del piso en condiciones adversas, incluyendo oscilaciones o una trayectoria inclinada.
La micronivelación es un componente opcional que cumple con dicha función, manteniendo el nivel entre la cabina y el piso incluso en situaciones adversas. Es un componente muy útil en instalaciones de alto estanding (hoteles), en montacamillas de hospitales, o en montacargas y montacoches, entre otros. La función de la micronivelación también la podría realizar el grupo principal motor-bomba, pero cada vez que actuase consumiría una gran cantidad de energía y provocaría un desgaste innecesario. En cambio, la Micronivelación tiene un consumo muy reducido, y consigue evitar el desgaste del motor, aumentando así su durabilidad.
Fuente: Elevadores: Principios e innovaciones. Autor: A. Miravete, E. Larrodé
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