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Elisha graves otis origen de los ascensores

El origen de los ascensores: “un invento que logró ciudades verticales”

Elisha Graves Otis“Los ascensores son como la salud: sólo nos percatamos de su importancia cuando faltan.” Este invento ha tenido cialis price grandes consecuencias en nuestra civilización, aunque a menudo no somos conscientes de su trascendencia. Ha influenciado especialmente como elemento clave en la arquitectura vertical de las ciudades, y consecuentemente en el tejido social que se ha constituido en ellas.

Momentos clave de su origen

Los inicios de los mecanismos de elevación tienen su origen en la civilización del Egipto faraónico, quienes usaban mecanismos de rampas y cuerdas para mover bloques de piedra para la construcción de pirámides (1500 a.C).

También dejo su huella en la evolución de este invento la civilización helénica. Arquímedes de Siracusa, considerado uno de los científicos más importantes de la antigüedad clásica, ideó entre sus inventos más destacados dos que incidieron de forma directa en la evolución del ascensor: la polea compuesta y el tornillo de Arquímedes.

“Tornillo de Arquímedes: un tornillo gira dentro de un cilindro hueco, situado sobre un plano inclinado, y que permite elevar el agua situada por debajo del eje de giro. Desde su invención hasta ahora se ha utilizado para el bombeado de fluidos. También es conocido como Tornillo Sin Fin por su circuito infinito.“

Gracias a sus dos inventos, Arquímedes fue capaz de ser el primero en construir un elevador que funcionaba con cuerdas y poleas, y que curiosamente fue incorporado en el Coliseo Romano en el año 80 de la era cristiana. Estos montacargas servían para que tanto los gladiadores y las fieras pudieran acceder a la arena. Sucesivamente se fueron incorporando elementos de tracción y elevación en determinados edificios, movidos mediante la fuerza humana o animal.

A partir de 1835, la evolución del ascensor se aceleró gracias a las máquinas de vapor: se empezaron a usar para levantar cargas de gran tonelaje en las fábricas inglesas. El agua y la fuerza tuvieron mucho éxito. Muestra de ello, es que solo 10 años más tarde, William Thompson (1775 – 1833) puso en marcha el primer ascensor hidráulico de la historia, elevándolo mediante presión de agua corriente, tecnología que todavía hoy es utilizada para mover grandes pesos.

El siguiente paso, uno de los más importantes y decisivo de la historia del ascensor, fue el invento del estadounidense Elisha Graves Otis (1811 – 1861). En 1852 ideó un dispositivo de seguridad que dio lugar a ascensores seguros, porqué evitaba la caída y frenaba el ascensor en caso de rotura del cable de sujeción. Gracias a ello, llegó la incorporación del ascensor a la vida moderna.

“La idea de E.G.Otis fue sencilla pero pionera. Consistía en montar barras de hierro dentadas en los raíles-guía, a la vez que añadía hierros dentados acoplables en la cabina. Al romperse el cable, un resorte activaba los dientes, que se agarraban a las barras de hierro y detenían así la caída del aparato.”Otis empezó a vender los primeros ascensores “seguros” en 1853. Aún así, su invento no fue demasiado conocido hasta la Exposición Universal de Nueva York celebrada en 1854. Instaló en el New York Crystal Palace, lugar de la exposición, un ascensor: lo cargó con cajas y barriles pesados, se montó en él, y cuando llegó a una altura aproximada a los cuatro pisos pidió a su asistente que le cortara la cuerda. El nuevo mecanismo de seguridad pensado por E.G.Otis frenó en seco el ascensor impidiendo que se precipitara al suelo, y desde esa altura pronunció tres palabras: “todos seguros, caballeros”. Esta exhibición supuso una verdadera revolución para la industria de la elevación.

Más tarde, Werner von Siemens (1816-1892), hoy nombre de una conocida multinacional, introdujo el motor eléctrico en la cabina de los ascensores que subían mediante engranajes de piñones giratorios que accionaban los soportes en los lados del hueco, según una investigación de Martín A. Cagliani de la Universidad de Buenos Aires. En 1887, se inventó un motor eléctrico que hacía girar un tambor en el que se enrollaba la cuerda de izado. En 1925 se incorporaron las memorias, elemento que sustituyó definitivamente a los ascensoristas: curioso empleo que apenas duró 50 años, y que hoy en día solo sobrevive en determinados edificios por cuestiones puramente estéticas.

Desde la segunda mitad del siglo XX y hasta ahora, todo han sido mejoras: mayor suavidad, mayor precisión, mayor alcance de alturas, mayor velocidad, protectores electrónicos, microprocesadores integrados, ahorro de energía, instalaciones sin cuarto de máquinas, células de control de paso de personas y mercancías, control remoto, ascensores a medida, preselección de destino, etc.

Actualmente los conocimientos sobre el transporte vertical siguen evolucionando día a día, distinguiéndose dos tipos de sistemas: los ascensores hidráulicos y los eléctricos.

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Fuente: El invento que logró ciudades verticales, Arte y Cultura; officemuseum.com

3 comentarios

  1. Buenas,

    Me comentaron una vez que en los edificios de principios de siglo XX los ascensores solamente se podían utilizar en sentido ascendente. Me parece algo muy curioso..
    Es realmente así??

    gracias

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