El pasado 20 de abril de 2016 entró en vigor la nueva directiva 2014/33/UE que incrementa la seguridad de los ascensores mediante cambios en la tecnología disponible así como en las reglas de diseño, la fabricación, distribución y montaje de los ascensores, haciendo especial énfasis en la seguridad y en la vigilancia a lo largo de su vida útil.
Con la nueva directiva se pretende regular la comercialización del ascensor, desde su origen hasta su puesta en servicio en todos los países de la UE.
Estos cambios pretenden básicamente «obligar a garantizar la trazabilidad de los ascensores y sus componentes de seguridad y regular las obligaciones de los agentes económicos, a saber, instaladores, fabricantes, importadores y distribuidores, así como las obligaciones de los Organismos de Evaluación de la Conformidad», según indica La Federación Española de Ascensores (Feeda).
La vigilancia del mercado de los ascensores y sus componentes quedan ahora en manos de las administraciones autonómicas, quienes se ocuparán de supervisar a los participantes de la cadena de construcción como diseñadores, fabricantes o distribuidores.
La Feeda hace hincapié en que en los ascensores antiguos, no es necesario el cambio del ascensor, pero sí sería apropiado incorporar las nuevas medidas de seguridad y eficiencia energética, pues en los ascensores hidráulicos su coste de adecuación no es tan relevante, comparado con el retorno en seguridad, ecología y eficiencia energética.